ERC planteaba una moción de censura para desbancar a Meritxell Roigé de la alcaldía

El pasado 26 de mayo Junts per Tortosa fue la fuerza más votada en la capital de les Terres de l'Ebre pero, con siete concejales sobre un total de 21, quedó lejos de la mayoría. A finales de diciembre el equipo de Roigé no pudo aprobar los presupuestos y ha sido firme la amenaza de una moción de censura, perseguida por ERC y Movem Tortosa. El PSC tenía la llave de la gobernabilidad y, tras descartar la fórmula tripartita para desbancar a Junts, sus tres concejales han terminado integrándose en el equipo de Meritxell Roigé. El pacto, bautizado como "Compromís por Tortosa", tampoco alcanza la mayoría del pleno pero da oxígeno a Roigé y puede facilitar acuerdos puntuales para desencallar temas de ciudad. Las dos formaciones estipulan su voluntad de trabajar de manera conjunta hasta el final del mandato.
El acuerdo desentona con la política de rechazo al PSOE que han escenificado en los últimos días los diputados de Junts en el Congreso, pero casa con otras alianzas cerradas por Junts y PSC en el terreno municipal. Es el caso de los ayuntamientos de Vilafranca del Penedès, Lloret de Mar, Calella o Vila-seca, además del acuerdo para gobernar la Diputación de Barcelona.
En Tortosa, el PSC asume la cartera de Memoria Histórica, una carpeta controvertida porque supone tener gestión directa sobre el monumento franquista que sigue de pie en el cauce del río. En lo que respecta a temas de posicionamiento político ajenos a la gestión de las competencias municipales, y especialmente las cuestiones identitarias, los dos partidos apuntan que expresarán sus opiniones de manera autónoma y según sus posicionamientos políticos propios, sin que ello afecte "a la estabilidad y a la solidez del gobierno municipal".
Publicat el dimecres 8 de gener de 2020 a El País
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